Cerro de la Silla: El ícono de Monterrey
El cerro de la Silla es, quizás, el emblema más conocido de Monterrey, Nuevo León. Es un ícono que se divisa desde distintos puntos de la ciudad. Es una montaña enorme ubicada en el Sur de Monterrey.
Su nombre proviene de su peculiar silueta que recuerda la forma de una silla de montar, visible desde gran parte del área metropolitana. Con una altitud aproximada de 1,820 metros sobre el nivel del mar, este majestuoso cerro forma parte de la Sierra Madre Oriental y ofrece una experiencia natural incomparable para locales y visitantes.
Gentilicio Regiomontano
No obstante, su historia se entrelaza con la identidad regiomontana: ha sido inspiración para el escudo del municipio de Guadalupe y motivo de orgullo para generaciones.
También, subirlo es una aventura que combina reto físico y paisajes espectaculares. No obstante, existen varias rutas, siendo la más popular la del lado de Guadalupe, con senderos que llevan hasta la famosa antena, ofreciendo vistas panorámicas de toda la ciudad. Durante el recorrido, es común encontrar flora como encinos y matorrales, así como aves que enriquecen la experiencia.
Ubicación privilegiada
La ubicación del Cerro de la Silla es estratégica: se sitúa al sureste de Monterrey, principalmente en el municipio de Guadalupe, muy cerca de zonas en pleno desarrollo inmobiliario. Hoy en día, hay proyectos de departamentos en preventa que aprovechan la cercanía a este ícono, ofreciendo a sus residentes vistas directas a la montaña y fácil acceso a avenidas principales.
Lítica es un gran proyecto cerca del cerro de la silla . Desde sus pisos se tomaron parte de las fotos de este artículo. También hay varios proyectos en preventa cerca de esta

Vivir cerca del Cerro de la Silla no solo significa disfrutar de una postal diaria de ensueño, sino también contar con la posibilidad de practicar senderismo, ciclismo y fotografía de paisaje prácticamente a la puerta de casa.
Finalmente, más que una montaña, el Cerro de la Silla es un símbolo de esfuerzo, orgullo y belleza natural, también, recordándonos que Monterrey es una ciudad que crece al pie de sus montañas, combinando modernidad y tradición en un mismo horizonte.
